viernes, 18 de febrero de 2011

No me llames extranjero, Alberto Cortez y Facundo Cabral

Un texto realmente emocionante, estremecedor, que pone de relevancia la gélida indiferencia con la que se maltrata y denuesta a demasiada gente en demasiados sitios por el simple hecho de haber cruzado líneas inexistentes, dibujadas sobre mapas, líneas que sólo los hombres marcan, imponen y obligan a ver; algo así como el traje invisible del emperador, la posesión de los necios. Ésas líneas que llamamos fronteras.

El argentino Rafael Amor es el autor de esta canción magnífica, desgraciadamente tan actual hoy como cuando la compuso décadas atrás. En este vídeo la interpreta Alberto Cortez con sentimiento desgarrador, mientras Facundo Cabral recita, no con menos acierto, los versos centrales. El corte pertenece a una de las giras conjuntas que ambos artistas, también argentinos, realizaron en la década de los noventa, en las que combinaban canciones de ambos y algunos monólogos tan simpáticos como estimulantes para la reflexión.

A eso precisamente, a pensar, es a lo que animan estos versos.



No me llames extranjero

No me llames extranjero porque haya nacido lejos,
o porque tenga otro nombre la tierra de donde vengo.
No me llames extranjero porque fue distinto el seno
o porque acunó mi infancia otro idioma de los cuentos.
No me llames extranjero si en el amor de una madre
tuvimos la misma luz en el canto y en el beso
con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.

No me llames extranjero, ni pienses de dónde vengo,
mejor saber dónde vamos, adónde nos lleva el tiempo.
No me llames extranjero porque tu pan y tu fuego
calmen mi hambre y mi frío, y me cobije tu techo.
No me llames extranjero, tu trigo es como mi trigo,
tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,
y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.

Y me llamas extranjero porque me trajo un camino,
porque nací en otro pueblo, porque conozco otros mares,
y un día zarpé de otro puerto,
si siempre quedan iguales en el adiós los pañuelos
y las pupilas borrosas de los que dejamos lejos,
y los amigos que nos nombran y son iguales los rezos
y el amor de la que sueña con el día del regreso.

No, no me llames extranjero, traemos el mismo grito,
el mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre
desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,
antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,
los que roban, los que mienten, los que venden nuestros sueños,
ellos son, ellos son los que inventaron esta palabra: extranjero.

No me llames extranjero, que es una palabra triste,
que es una palabra helada, huele a olvido y a destierro.
No me llames extranjero, mira tu niño y el mío
cómo corren de la mano hasta el final del sendero,
no los llames extranjeros, ellos no saben de idiomas,
de límites, ni banderas, míralos, se van al cielo
por una risa paloma que los reúne en el vuelo.

No me llames extranjero, piensa en tu hermano y el mío,
el cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo,
ellos no eran extranjeros, se conocían de siempre
por la libertad eterna e igual de libres murieron.
No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,
mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,
y verás que soy un hombre, no puedo ser extranjero.

9 comentarios:

  1. Muy interesantes tus blogs.

    La letra de este tema es tan actual que apena, no nos hemos dado cuenta de nada los habitantes de este mundo. Seguimos creyendo a pie juntillas en las mismas cuestiones que nos llevan a tener guerras interminables.

    Un saludo!

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  2. Ha sido un placer volver a escuchar esta cancion y esta letra que ha sabido sobrevivir al tiempo

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  3. Esta canción es preciosa pero, además, para los que conocen de la emigración es estremecedora.
    Gracias por recordarla

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  4. Un placer, amigo. Celebro que la encuentres emocionante. Y desde luego, estoy seguro que quien ha conocido los duros caminos de la emigración la sentirá de forma más íntima.

    Un saludo

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  5. Parece mentira que medio siglo, o más, después de ser compuesta continúe siendo tan desgarradoramente actual. ¡Qué avergozado me siento de las actitudes y comportamientos del ser humano!

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  6. Hola. Llego a esta página por casualidad.
    La canción no es de Cortez sino de Rafael Amor, un cantautor argentino que recaló en españa sobre finales de los 70.
    Al césar lo que es del césar, y adiós muy buenas.

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    1. Hola Agustín. Pone Javier: "El argentino Rafael Amor es el autor de esta canción (...). En este vídeo la interpreta Alberto Cortez (...). Cordiales saludos.

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  7. Que bella triste cancion. Era de actualidad y lo sera para siempre tanto el hombre mal simpre existio.

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