lunes, 31 de mayo de 2010

The cool cool river, Paul Simon

Una de esas canciones que cuenta –o evoca, mejor dicho- mucho más de lo que dice. Compuesta y grabada por Paul Simon para su álbum brasileño de 1989, The rhythm of the saints. Siempre se habla del disco africano de Paul Simon, Graceland, de 1986, sin embargo, su siguiente álbum resulta aún más interesante y “universal”. Son numerosas las influencias musicales de este disco, tal y como puede advertirse en esta canción, con sonidos, músicos e instrumentos procedentes de varios continentes.

En consecuencia, también los temas abordados son conceptos globales, cuestiones afines a cualquier persona en cualquier lugar. 'The cool cool river', en este sentido, plantea una estremecedora reflexión sobre la supervivencia. Es un canto de esperanza en el futuro, en las nuevas generaciones. Tal vez hoy nos matemos los unos a los otros, pero el mundo seguirá girando y habrá oportunidad de hacerlo mejor.

Musicalmente la canción juega con dos ritmos bien distintos, uno que evoca ese fluir del río, y que provoca desasosiego, excitación; y un segundo más apacible que hace referencia a ese futuro prometedor. A partir del tercer minuto, la canción entra en un tramo final maravilloso, magistral, emocionante.

Tomo prestada la traducción a mi buen amigo José María, publicada en la web The Sound of Simon.

El tibio y tranquilo río

Se mueve como un puño en medio del tráfico.
La ira que nadie puede curar.
En su impetu encaja un pequeño golpe.
Solo un pequeño chichón,
pero se siente
en los recovecos y en las oscuridades
con una emoción agitada y profunda.
El tibio y tranquilo río
barre el violento océano blanco.

Sí, jefe. El apretón de manos del gobierno.
Sí, jefe. La destrucción del idioma.
Sí, jefe. El Sr. Stillwater.
El rostro en un extremo del banquete.
El tibio y tranquilo río.
El tibio y tranquilo río.

Creo que en el futuro
a lo mejor vivo en mi coche
con la radio sintonizada
a la voz de una estrella.
Una canción que los perros ladran al despuntar el alba.
El relámpago que surge del borde de una tormenta.
Y todos estos antiguos miedos y esperanzas
siguen a mi lado.
La ira que nadie puede curar
se desliza através del detector de metales,
vive como un topo en un motel.
Una diapositiva en un proyector.
El tibio y tranquilo río
barre el violento océano blanco.
La rabia del amor se vuelve hacia adentro
convertida en rezos devotos.
Y estos rezos constituyen
el camino permanente através de la violencia.
Estos rezos existen.
Estos rezos son el recuerdo de Dios.
El recuerdo de Dios.

Y creo que en el futuro
ya no sufriremos más.
Quizás no ocurra durante mi existencia,
pero en la vuestra estoy seguro que sí.
La canción que ladran los perros al despuntar el alba]
El relámpago que surge del borde de una tormenta
Y estas calles,
tranquilas como un ejército que duerme,
envian sus sueños frustrados hacia el cielo,hacia el cielo
por el hijo inquieto de una madre
que es testigo de todo, que es un guerrero
que niega su necesidad de escapar y correr

¿Quién dijo tiempos difíciles?
Estoy acostumbrado a ellos.
El acelerado planeta arde.
Estoy acostumbrado a éso.
Mi vida es tan corriente que me parece que va a desaparecer.
Y a veces ni siquiera la música
puede sustituir a las lágrimas.



The cool cool river

Moves like a fist through traffic
Anger and no one can heal it
Shoves a little bump into the momentum
It's just a little lump
But you feel it
In the creases and the shadows
With a rattling deep emotion
The cool, cool river
Sweeps the wild, white ocean

Yes Boss. The government handshake
Yes Boss. The crusher of language
Yes Boss. Mr. Stillwater,
The face at the edge of the banquet
The cool, the cool river
The cool, the cool river

I believe in the future
I may live in my car
My radio tuned to
The voice of a star
Song dogs barking at the break of dawn
Lightning pushes the edge of a thunderstorm
And these old hopes and fears
Still at my side

Anger and no one can heal it
Slides through the metal detector
Lives like a mole in a motel
A slide in a slide projector
The cool, cool river
Sweeps the wild, white ocean
The rage of love turns inward
To prayers of devotion
And these prayers are
The constant road across the wilderness
These prayers are
These prayers are the memory of God
The memory of God

And I believe in the future
We shall suffer no more
Maybe not in my lifetime
But in yours I feel sure
Song dogs barking at the break of dawn
Lightning pushes the edges of a thunderstorm
And these streets
Quiet as a sleeping army
Send their battered dreams to heaven, to heaven
For the mother's restless son
Who is a witness to, who is a warrior
Who denies his urge to break and run

Who says: Hard times?
I'm used to them
The speeding planet burns
I'm used to that
My life's so common it disappears
And sometimes even music
Cannot substitute for tears

jueves, 27 de mayo de 2010

No te salves, Mario Benedetti y Eusebio Poncela

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

jueves, 20 de mayo de 2010

Don't come home a-drinkin' (with lovin' on your mind), Loretta Lynn

Vamos con una de esas canciones que derriban prejuicios, como es, por ejemplo, el del machismo de la música country. Sin duda lo hay, desde luego, y más aún en las grabaciones de antaño, del mismo modo que lo había en multitud de grabaciones españolas de géneros diversos.

Por eso cobra un valor especial la carrera de Loretta Lynn, cantante conocida popularmente como “la hija del minero”, pues fue el título que dio a su autobiografía, llevada a la pantalla en 1980 por Michael Apted, con Sissy Spacek en el papel de la cantante. Lynn sufrió lo suyo en el hogar paterno y más aún en el que formó con un hombre al que le gustaba en exceso la bebida.

Tras numerosos avatares, Loretta logró triunfar en el mundo de la música, y decidió que debía expresar en algunas de sus letras la situación de tantas mujeres como ella, doblegadas y sometidas ante el autoritarismo de una sociedad machista. Estamos hablando de mediados de los años sesenta (1966 concretamente), así que es fácil imaginar lo polémicas que resultaron muchas de sus grabaciones, que apunto estuvieron de costarle su carrera, pues había pinchadiscos radiofónicos que se negaban a colaborar con aquel ramalazo feminista que surgía en el seno de la música “de machos” por experiencia.

En concreto, la canción que ocupa esta entrada resume su mensaje en un título contundente: “No vengas a casa borracho (con planes de hacer el amor)”. Aquélla era una desagradable situación que Loretta había vivido en demasiadas ocasiones, y bien sabía que eran muchas las mujeres de aquella América profunda (y no tan pa’lo hondo) que tenían que aguantar también al maromo apestando a bourbon peleón, que se presentaba tambaleándose con intención de cubrirlas como a una yegua.

El carácter de crítica a una práctica tan extendida, y más aún el hecho de abordar de manera tan abierta una cuestión de la intimidad doméstica, convirtió a ésta en una de las varias composiciones conflictivas de Loretta Lynn, aunque, por suerte, eso no impidió que se convirtiera en un éxito que ayudó a que su carrera despegara definitivamente.

Es muy curioso observar, el vídeo que rescato, más o menos de la época en que salió la canción, la segunda mitad de los sesenta, que el aspecto de Loretta no podría resultar más conservador. Refleja la imagen tradicional de señora de su casa de cualquier pequeña ciudad del medio oeste. Sin embargo, aquí está levantando ampollas y luchando por una nueva realidad para la mujer.

No vengas a casa borracho (con planes de hacer el amor)

Bueno, creías que te estaba esperando cuando llegaste a casa anoche
Habías estado fuera con todos los tíos y acabaste medio pasado
Pero el licor y el amor sencillamente no combinan
Deja la botella atrás o déjame a mí
Y no vengas a casa borracho con planes de hacer el amor

No, no vengas a casa borracho con planes de hacer el amor
Mejor quédate por ahí, en la ciudad y mira a ver qué puedes encontrar
Porque si tú quieres esa clase de amor
Bien, entonces no necesitas nada de lo que yo te pueda dar
Así que no vengas a casa borracho con planes de hacer el amor

Nunca me llevas a ninguna parte porque siempre andas por ahí
Muchas noches me he despertado y he llorado completamente a solas
Y vuelves con ganas de besarme, ocurre cada vez
No, no vengas a casa borracho con planes de hacer el amor
No, no vengas a casa borracho con planes de hacer el amor



Don't come home a-drinkin' (with lovin' on your mind)

Well you thought I'd be waitin' up when you came home last night
You'd been out with all the boys and you ended up half tight
But liquor and love that just don't mix leave a bottle or me behind
And don't come home a-drinkin' with lovin' on your mind

No don't come home a-drinkin' with lovin' on your mind
Just stay out there on the town and see what you can find
Cause if you want that kind of love well you don't need none of mine
So don't come home a-drinkin' with lovin' on your mind

You never take me anywhere because you're always gone
Many a night I've laid awake and cried dear all alone
And you come in a kissin' on me it happens every time
No don't come home a-drinkin' with lovin' on your mind
No don't come home a-drinkin' with lovin' on your mind

domingo, 16 de mayo de 2010

Teach your children, Graham Nash

Graham Nash escribió esta canción a finales de los años sesenta y rápidamente se convirtió en una de las piezas clave y más definitorias del denominado "supergrupo del rock", integrado por David Crosby, Stephen Stills, Graham Nash y, en ocasiones, Neil Young. Es una canción con un sonido country-folk apoyado por completo en las guitarras -y una magnífica pedal steel a cargo de Jerry garcía en la grabación original-, y con un prodigioso juego vocal del trío, con unas armonías, marca de la casa, que hacen innecesaria más instrumentación.

Crosby Stills & Nash son una de las formaciones más interesantes de las últimas décadas, no sólo por el hecho de reunir a tres grandes músicos y compositores, sino también por la integridad artística y el compromiso social que han intentado mantener durante toda su trayectoria. Desde los movimientos contra las pruebas nucleares a la protección de las ballenas o el medio ambiente, CSN han puesto sus canciones al servicio de numerosas causas, siendo la última de ellas la intervención estadounidense en Irak.

Sin embargo, esta canción aborda una cuestión diferente. Estamos a finales de los sesenta, la película El Graduado ha sido un éxito mundial al reflejar con gran acierto el denominado abismo generacional entre padres e hijos, esa falta de comunicación y entendimiento. En esta canción, Graham Nash, con su habitual bondad y espíritu hippie, plantea una dulce petición a ambas partes para intentar alcanzar un punto de acuerdo. Habla tanto a los padres como a los hijos, y a ambos les pide comprensión. De hecho, hay una estrofa en la que él se dirige a los jóvenes mientras Crosby y Stills, de modo sincopado, interpretan otros versos para sus progenitores.

Educa a tus hijos

Tú, que estas en el camino,
Debes tener un código con el que vivir
y poder ser tú mismo
Porque el pasado es sólo un adiós

Educa bien a tus hijos,
los infiernos paternos pasaron lentamente,
Y aliméntalos con tus sueños,
aquél que eligieron, aquél que conocerás.

Jamás debes preguntarles la razón,
Si te la dijeran podrías llorar.
Así que solo míralos y suspira,
y entiende que ellos te quieren.

Y tú, en tus años mozos,
(Puedes escuchar e interesarte y...)
no puedes saber los miedos con los que crecieron tus mayores,
(¿No puedes ver que debemos ser libres también)
así que por favor, ayúdalos con tu juventud.
(Educa a tus hijos en lo que crees)
Ellos buscan la verdad antes de morir.
(Haz un mundo en el que puedan vivir)

Educa bien a tus padres,
los infiernos infantiles pasaron lentamente,
Y aliméntalos con tus sueños,
aquél que eligieron, aquél que conocerás.

Jamás debes preguntarles la razón,
Si te la dijeran podrías llorar.
Así que solo míralos y suspira,
y entiende que ellos te quieren.



Teach your children

You who are on the road
Must have a code that you can live by
And so become yourself
Because the past is just a good bye.

Teach your children well,
Their father's hell did slowly go by,
And feed them on your dreams
The one they picked, the one you'll know by.

Don't you ever ask them why, if they told you, you would cry,
So just look at them and sigh and know they love you.

And you, of tender years,
(Can you hear and do you care and...)
Can't know the fears that your elders grew by,
(Cant you see we must be free to)
And so please help them with your youth,
(Teach your children what you believe in)
They seek the truth before they can die.
(Make a world that we can live in)

Teach your parents well,
Their children's hell will slowly go by,
And feed them on your dreams
The one they picked, the one you'll know by.

Don't you ever ask them why, if they told you, you would cry,
So just look at them and sigh and know they love you.

jueves, 13 de mayo de 2010

Waitin' around to die, Townes Van Zandt

"Townes Van Zandt es el mejor escritor de canciones del mundo,
y plantaré mis botas de vaquero sobre la mesa de café de Bob Dylan para decirlo"
Steve Earle

Townes Van Zandt es de esos artistas malditos de la música estadounidense que no deja indiferente a quien tiene la suerte de descubrir su trabajo. Ha inspirado a compositores de la talla de Bob Dylan y ha resultado una influencia clave para gente como Steve Earle, Jackson Browne o Kris Kristofferson. La suya es una obra trágica y amarga, marcada por el alcohol y las historias oscuras, a la medida, ni más ni menos, de su propia biografía. También como su propia vida, como su propia alma, las canciones de Van Zandt muestran una belleza salvaje, tosca, como una vieja casa de adobe en medio de un paisaje desértico del medio oeste.

Tenía una personalidad maniaco-depresiva y llegó a sufrir un alcoholismo acentuado. Aunque editó un buen puñado de discos, lo cierto es que sus canciones pueden disfrutarse por igual sobre el papel, como rudos poemas de una vida marcada por el destino. Solía actuar y grabar con una instrumentación mínima, normalmente a voz y guitarra, y varias de sus canciones han llegado a ser populares en voces de grandes estrellas, ignorando por lo general el gran público quién era el verdadero autor de esos temas. De hecho, tal y como ocurre con la mayoría de esos artistas malditos (de Elliott Murphy o Kristofferson a nuestro Javier Krahe), sus mayores admiradores eran sus propios colegas, músicos y compositores, conocedores tanto de su obra como de sus circunstancias personales, y en condiciones por tanto de valorar en toda su dimensión el trabajo del cantautor.

Como muchos de esos músicos marcados, Van Zandt vio ante sí abiertas las puertas de la fama pero prefirió pasar de largo, para dedicarse a cantar sus temas sentado tranquilamente a la sombra del atardecer, su espalda contra uno de los muros de la grandiosa casa de la popularidad. Buscaba los versos más emocionantes, con una combinación perfecta de crónica vital y algunas dosis de nostalgia. Contaba las historias que había escuchado aquí y allá, viajando en un tren o tomando copas en una taberna, siguiendo los pasos maestros de Woody Guthrie o algunas olvidadas leyendas del blues.

En sus canciones volcó el fantasma de la adicción al alcohol y a las drogas, estigmas que marcaron lo mejor de su trabajo y lo peor de su vida privada. Nacido en Fort Worth, Texas, en 1944, Van Zandt falleció 53 años después, el primer día de 1997, de un inesperado ataque al corazón.

Hace algunos años se estrenó un fantástico documental sobre el artista, Be here to love: A film about Townes Van Zandt, que tomaba algo de metraje de una cinta muy anterior, una verdadera joya rodada en los años setenta sobre toda aquella generación de cantautores rurales, de Texas la mayoría -Van Zandt, Guy Clarke, Steve Earle, Rodney Crowell, David Allan Coe…- y que desarrollaron su trabajo al tiempo que en Nueva York surgía un movimiento similar, de carácter urbano, capitaneado por James Taylor, Carole King, Neil Diamond o Paul Simon. Heartworn Highway es el título del -muy recomendable- documental, dirigido por James Szalapski, y del que quisiera rescatar aquí dos momentos especialmente significativos.

En el primero, Townes van Zandt interpreta una de sus canciones de cabecera, ‘Waitin’ around to die’, la amarga historia de un chico que crece sin esperanzas (de ahí el título, desde niño, esperando a la muerte), que acaba robando para poder afrontar los vicios en los que ha caído, pasa por prisión y, cuando logra reconducir su vida, sólo le queda lo que ya sabía desde que nació: esperar a la muerte.

Esperando a que llegue la muerte

A veces no sé adónde me está llevando esta sucia carretera.
A veces ni siquiera sé para qué continuar.
Supongo que sigo jugando, bebiendo un montón y vagabundeando
porque es más fácil que esperar a que llegue la muerte.

Una vez, amigos, tuve una madre, incluso tuve un padre.
Una vez ella le gritó que se hiciera cargo de mí,
él le pegó con una correa y ella se largó a Tennessee.
Era más fácil que esperar a que llegue la muerte.

Crecí y encontré una chica en un bar de Tuscaloosa.
Me "limpió" y se lo gastó por su cuenta.
Intenté matar el dolor: compré algo de vino y cogí al salto un tren.
Parecía más fácil que esperar a que llegue la muerte.

Un amigo dijo que sabía dónde podíamos conseguir algún dinero fácil.
Robamos a un hombre y, hermano, luego volamos.
El pelotón me atrapó y me llevaron de regreso a Muskogee
Fueron dos largos años esperando la muerte.

Ahora que estoy fuera de prisión, al fin tengo un amigo.
No roba, ni engaña, ni bebe, ni miente.
Su nombre es codeína, es lo mejor que he visto en mi vida.
Juntos vamos a esperar a que llegue la muerte.


Waitin' around to die

Sometimes I don't know where this dirty road is taking me
Sometimes I can't even see the reason why
I guess I keep on gamblin', lots of booze and lots of ramblin'
It's easier than just a-waitin' 'round to die

One-time friends I had a ma, I even had a pa
He beat her with a belt once cause she cried
She told him to take care of me, she headed down to Tennessee
It's easier than just a-waitin' 'round to die

I came of age and found a girl in a Tuscaloosa bar
She cleaned me out and hit it on the sly
I tried to kill the pain, I bought some wine and hopped a train
Seemed easier than just a-waitin' 'round to die

A friend said he knew where some easy money was
We robbed a man and brother did we fly
The posse caught up with me, drug me back to Muskogee
It's two long years, just a-waitin' 'round to die

Now I'm out of prison, I got me a friend at last
He don't steal or cheat or drink or lie
His name's codeine, he's the nicest thing I've seen
Together we're gonna wait around and die

El segundo vídeo corresponde al final de esa película documental, Heartworn Highway, y me resulta un momento enternecedor, muy emocionante. Una noche de Navidad, con todos esos jóvenes cantantes tejanos reunidos alrededor de una mesa y de varias botellas de whisky. Todos parecen bastante rebeldes, despegados, sin demasiados lazos familiares, pero comienzan a cantar el ‘Noche de paz’, y al brillo de las velas, los recuerdos y la necesidad de cariño parece enternecerles. Un gran momento.

martes, 11 de mayo de 2010

Mr. Bojangles, Jerry Jeff Walker

El cantante de country Jerry Jeff Walker escribió la canción Mr. Bojangles en 1968 inspirado por un encuentro con un artista callejero en la prisión de Nueva Orleans. Al contrario de lo que suele pensarse, el tema no se refiere al popular bailarín Bill Bojangles Robinson, ni tampoco al músico de blues Babe Stovall, como se ha apuntado en ocasiones. De hecho, el sujeto en cuestión era blanco.

Según explicó Walker en su autobiografía, Gypsy Songman, el 4 de julio de 1965 se cometió un crimen en Nueva Orleans que llevó a la policía a practicar numerosos arrestos entre los vagabundos. Walker ya estaba entre rejas previamente por una borrachera, y así fue como coincidió con el cantante y bailarín callejero, de avanzada edad. El hombre comenzó a evocar historias sobre su vida, entre ellas la de la muerte de su perro tras pasar muchos años junto a él. Entonces, cuando la conversación se tornó triste, otro preso le pidió que animase el ambiente bailando un poco. Así lo hizo, y fue entonces cuando Jerry Jeff Walker descrubrió que aquel hombre, como todos los reclusos, tenía su propio apodo: Mr. Bojangles.

Tres años después de la edición original, la canción entró en el Top 10 estadounidense gracias a una enérgica versión registrada por la Nitty Gritty Dirt Band. Otros muchos artistas han grabado el tema a lo largo de los años, pero nadie ha alcanzado el grado de identificación y carga emotiva como el que le otorgaba Sammy Davis Jr. cuando la interpretaba. Cualquier grabación en directo del tema por el fiel amigo de Frank Sinatra a lo largo de los años 70 o los 80 es pura magia, acompañando su entregada interpretación vocal con una coreografía que subraya la dramática narración.

Una gran canción y una prodigiosa interpretación del gran Sammy, poco antes de morir.

Señor Bojangles

Conocí a un hombre, Bojangles,
que bailaría para ti,
con zapatos gastados.

Pelo plateado, camisa raída
y pantalones holgados.
Se calzaría aquellos zapatos viejos...

Saltaría tan alto, saltaría tan alto.
Para volver a caer con elegancia.

¡Señor Bojangles,
señor Bojangles,
baile!

Lo conocí en una celda, en Nueva Orleans.
Yo estaba completamente abatido.
Me observó con la mirada de la experiencia
y habló con conocimiento.
Habló sobre la vida, habló sobre la vida.
Y riendo, adelantó la pierna para dar un paso.

¡Señor Bojangles,
señor Bojangles,
baile!

Dijo su nombre, "Bojangles",
y bailó con agilidad
por toda la celda.

Se agarró los pantalones para tener más soltura.
Oh, saltó tan alto
y golpeó sus talones.

Dejó escapar una risa, dejó escapar una risa.
Meneó sus ropas por todos lados.

¡Señor Bojangles,
señor Bojangles,
baile!
¡Sí, baile!

Bailaba por todos esos espectáculos de variedades y ferias de campo
por todo el Sur.
Habló con lágrimas de cómo,
en cincuenta años, su perro y él
habían viajado por todas ellas.

Su perro se murió de repente, se murió de repente,
y después de veinte años,
todavía llora por él.

¡Señor Bojangles,
señor Bojangles,
baile!

Decía: “Bailo ahora en los tugurios a cada oportunidad
por bebida y propinas.
Pero la mayor parte del tiempo lo paso tras las rejas
porque bebo un poco”.

Sacudió su cabeza y... sacudió su cabeza.
Oí a alguien pedirle,
“Por favor, por favor...

¡Señor Bojangles,
-lo llamó "señor Bojangles"-,
Por favor, vuelva y baile!
¡Baile!

¡Señor Bojangles, vuelva y baile!”

La versión de la Nitty Gritty Dirt Band.

Mr Bojangles

I knew a man Bojangles
And he'd dance for you
In worn out shoes

With silver hair a ragged shirt
And baggy pants
He would do the old soft shoe

He would jump so high
Jump so high
Then he lightly touch down

He told me of the time he worked with
Minstrel shows travelling
Throughout the south

He spoke with tears of fifteen years
How his dog and he
They would travel about.

But his dog up and died
He up and died
And after twenty years he still grieved

He said "I dance now
At every chance in the Honky Tonks
For my drinks and tips

But most the time I spend
Behind these country bars
You see on I drinks a bit"

Then he shook his head
Oh lord when he shook his head
I could swear I heard someone say please

Mister Bojangles
Call him Mister Bojangles
Mister Bojangles come back and dance please

Come back and dance again Mr Bojangles

miércoles, 5 de mayo de 2010

Night life, Willie Nelson

Un tema que me encanta, un blues poderoso y evocador de Willie Nelson, que han interpretado desde B.B. King a Eric Clapton, como en el vídeo a dúo con Willie que incluyo más abajo.

Vida nocturna

Cuando caiga el sol del atardecer
Me encontrarás rondando por ahí.
Oh, la vida nocturna no es buena vida
pero es mi vida.

Mucha gente como yo
sigue soñando con lo que solía ser
Oh, la vida nocturna no es buena vida
pero es mi vida.

Escucha el blues que están tocando
Escucha lo que cuentan en ese blues.

La vida es solo otra escena
En este viejo mundo de sueños rotos.
Oh, la vida nocturna no es buena vida
pero es mi vida.
Sí, es mi vida.



Night Life

When the evenin' sun goes down
You will find me hangin' 'round
Oh, the night life, it ain't no good life
But it's my life
Many people just like me
Dreamin' of old used-to-be's
Oh, the night life, it ain't no good life
Ah, but it's my life
Listen to the blues that they're playin'
Listen what the blues are sayin'
Life is just another scene
In this old world of broken dreams
Oh, the night life, it ain't no good life
But it's my life
Oh, the night life ain't no good life
Oh, but it's my life
Yeah, it's my life